domingo, 30 de noviembre de 2008

Crónica literaria sobre "Alhué"

"Alhué. Estampas de una aldea por Gonzalez Vera"
Santiago, 1928, 120 págs.
El mercurio, Jueves 21 de Febrero de 1929

Esta es una crónica/crítica literaria sobre el libro "Alhué" encontrada entre unos "mercurios" ¡si, nótese bien! Es muy buena crítica echenle un vistazo y consigánse el libro.

Tres conclusiones se desprenden para mí, del libro de estampas en que Gonzalez Vera nos ofrece, como en una cinta de biografo, la imagen de Alhué, su patria. La primera es que una aldea chilena humildísima, prosaica y vulgar para la mayor parte de los chilenos, puede ser para un artista como Gonzalez Vera un veneno de poesía. El autor del axioma estético "un paisaje es un estado de alma", vería aquí cumplidas sus teorías. Gonzalez Vera mira a Alhué en el espejo de su memoria. El Alhué que ve no es el de hoy: es el de ahora treinta años, el de su niñez, es decir el de una época, que como la aurora, lo teñia todo de rosa y a todas las cosas les colgaba perlas de rocío. Puede la prosa de la vida entrometerse en todo: no por esto logra borrar la poesía de los recuerdos infantiles. Ésta por el contrario sigue tiñéndolo todo y, no pudiendo suprimir la vulgaridad, la disfraza debajo de un velo de sutíl ironía. Esto, empeoró, no es fácil ni es cosa que se haga por simple artifiicio. Para llevarlo a cabo es menester que "el estado de alma" de que hablaba a Miel sea afectuoso. Una artista sin corazón no puede escribir "Alhué".

Segunda conclusión: para ser leído en Chile no es indispensable leer novelas.

Otro que Gonzalez Vera habría hecho el siguiente cálculo: "tengo apuntes sobre Alhue: puedo retratar media docena o docena y media de vecinos y vecinas de aquella aldea; la Iglesia, el cementerio, los cuentos de ánimas aparecidas, las leyendas, y aún las historias del pueblo me darán para 150 páginas por lo menos. ¿Qué me falta para enterar las 300 que son la ración ordinaria de una novela hecha y derecha?

Fatalmente solo una historia de amor, es decir fatalmente lo de menos, puesto que hay 36 temas fundamentales diversos. ¿Cómo no habré de dar con uno de esos? ¡Seguido así me leeran las niñas y mis novelas tomará al país entero por asalto!".

Gonzalez Vera a demostardo que semejantes cálculos son vanos. Sin el menor elemento novelesco, "Alhué" es tan interesante como la mejor novela. Ahí hay mujeres que un novelista envidiará a Gonzalez Vera.

Loreto, por ejemplo... esa Loreto que "era bajita, delgada, paliducha. Parecía una hoja pero el otoño pasaba sin causarle quebranto... odiaba la alegría y el ruido... podía permanecer con los labios remachados un día, dos días y tres también; pero si alguien venía a visitarla no rehuía participar en una conversación sobre asuntos tristes. Sabía describir enfermedades con sorprendente y extraño rigor".

¡Cuán ciego e injusto es el mundo! A esa Loreto la tildará de pesimista y, sin embargo su corazón cerrado y callado encierra una bondad que no pide sino derramarse sobre Alhué y cantar. ¡Ah, los hombres que, una vez casados, profesan especial preferencia por mujeres calladas, no saben apreciar a las Loretos silenciosas!

Otra mujer de Alhué digna de especial memoria, es la dueña del almacén El Tropezón, la mujer de ese Don Nazario altísimo, serio, perezoso, monosilábico, eterno fumador de pipa o, si se prefiere fumador de una pipa eterna. Gonzalez Vera lo califica de monosilábico, pero, en realidad, Don Nazario era tetrasilábico en casos fortuitos y dilábicos en la vida corriente. "Su frase de ceremonia era ésta: '¡Ah! ¡Sí! ¡Cómo no! de ordinario bastándole la mitad'".

Al lado de Don Nazario pongámos a su mujer. Ésta -dice nuestro autor- "no aparecía en el mostrador casi nunca. Tenía el esqueleto muy escondido entre las carnes y al mal humor a flor de piel; pero tampoco hablaba. En su Mímica cotidiana expresaba tanto la alegría como el disgusto. Y, preciso es reconocerlo, en el mutismo recibía la desventura conyugal". En aquel retrato hay un toque nuestro: el del "esqueleto escondido entre las carnes y del mal humor a flor de piel".

Linda manera de evocar uno de éstos monumentos ambulantes cuyas "rotundidades básicas" (como decía cierto poeta), ocupaba tres asientos en los tranvías y cuyo semblante es de eterno mal humor. Lo que no me parece conforme a la probabilidad sicológica es que el mutuo silencio de Don Nazario y su mujer, haya sido causa de desventura conyugal. Lo que hay es que en tales montones de carne no solo el esqueleto, sino también el alma se esconde, se entierra y se absorve como en una tumba.

La tercera conclusión será aún más instructiva que las dos primeras. No sé si Gonzalez Vera a estudiado los preceptos de la retórica tradicional y en especial el de la retórica francesa:

Hatez -vous lentement et, sans perdre courage
Vingt fois sur le métier remettez votre ouvrage;
polissez -le sans cesse et le repolissez.
(Apresuraos lentamente sin desanimaros
veinte veces empezad de nuevo vuestra obra;
pulidla sin cesar y vorvedla a pulir)

Si no ha estudiado estos preceptos de Bolisau, es visible que los pone en práctica en todas las páginas de su libro.

Su estilo es tan sencillo, tan propio, tan directo, que para adquirir aquellas tres virtudes ha sido necesaria una larga aplicación, un constante empleo de la lima, un incanzable anhelo de la sinceridad. Solo un verdadero artista -un artista nato- posee esa paciencia de orfebre.

Los Jóvenes estan propensos a creer en la infalibilidad de la improvisación.

Ésta creencia, fruto natural de la pereza, desde el pecado original, obedece a la ley del menor esfuerzo, es propia de los que no conocen ni aprecian ni consiguen la perfección artísticas.

Los verdaderos artistas como lo es Gonzalez Vera saben por instinto y experiencia que "el genio es una larga experiencia".

Omer Emeth
(10 de Enero)

1 comentario:

@JuanoAce dijo...

Alhué. Siento que al leerlo han descrito parte de cada uno de nuestros vecindarios, ya que todas las costumbres, los personajes, todo está tan insertados en nuestros modos de vida que es imposible dejarlos de lado.

Buen review, espero que leas el mío

http://sangre-y-locura.blogspot.com/2011/08/seleccion-de-autores-nacionales.html